El respeto, ¿un derecho o una conquista?

Por: José Cruz Pérez Rucobo

Algunas personas se molestan conmigo porque sienten que le falto al respeto al presidente de México con mis comentarios o críticas, no se ponen a pensar que él, con su: aberrante, ineficiente, pendenciero y corrupto gobierno, nos falta al respeto a todos los mexicanos.

El respeto no se pide, mucho menos se implora. El respeto se gana y en el último de los casos, se impone. El respeto está asociado con el temor, piense usted en la imagen de un león, ¿quién en su sano juicio pretendería pasarse de listo con tan temible ejemplar? Aún dentro de la bondad. no dejemos de ser feroces y fulminantes cuando sea necesario. Les he hecho esta recomendación a personas que pretenden debatir conmigo en áreas que domino, «No se meta conmigo, puede salir muy lastimado», sobre aviso no hay engaño. Cuando el oponente es muy débil, simplemente se le ignora, tampoco es cuestión de aprovecharse. Breve historia al respecto, «Hace casi dos años, platicando con una persona que se ostenta como Dr. en Filosofía (no lo dudo) y es considerado como un símbolo de la intelectualidad de NCG (eso si lo dudo), como buen fanático de Morena se me puso altanero en un tema de Economía (significado del neoliberalismo y acciones del mismo, ya que anlo lo menciona con frecuencia), di una buena trapeada al piso con él, al término de la plática, el pobre hombre no sabía dónde meterse, fue altamente cómico y divertido».

Maestros, ¡cuidado con el respeto en el aula! Hace algunos años, habiendo la posibilidad de volver a dar clases de Economía y Lógica Matemática en una preparatoria de la localidad (NCG), mis hijos, estudiantes de ese grado me comentaron que ahora la juventud es muy grosera con sus profesores, aunque, me dijo el mayor, «Tu no creo que tengas problemas, eres un capo»…y así es. Además de una facilidad innata al dirigirme con un auditorio de jóvenes, jamás permití que se me faltara mínimamente al respeto. El maestro puede y es deseable que sea amigo de sus alumnos, nunca su burla o motivo de agresiones.

«No te sientas esclavo… aún esclavo».- reza el inicio de la hermosa poesía «Piu Avanti» del argentinísimo Almafuerte. Esto lo escribo con referencia al tema de este artículo, el respeto que debe exigir (y dar por supuesto) todo empleado, cualquiera que sea su rango. Trabajé desde muy niño en los negocios de mi padre, y en el lejano 1974 entré a la maquiladora Allen Bradley de Cd. Juárez como operador de producción, después de muchos ascensos en esa y otras empresas, logré incluso llegar a gerencias, todo ello por la vía más larga pero digna trabajando más y mejor cada día, respetando a mis subalternos y haciéndome respetar por mis superiores jerárquicos. Hoy, después de una intensa lucha por la vida, puedo (y lo hago), no bajar la vista ante nadie, con dignidad, integridad y orgullo.

«Nada de verdadero valor se puede comprar. El amor, la amistad, el honor, el valor, el respeto. Todas esas cosas se tienen que ganar»

David Gemmell

«Uno recuerda con aprecio a sus maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos»

Carl Gustav Jung

«Siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida a aprender como se hace»

Franklin D. Roosevelt