
La salida del regidor Antonio Domínguez Alderete, un mes después de la caída de su hermano Andrés de la Operadora Municipal de Estacionamientos de Juárez (OMEJ) de volada encendió presunciones sobre el escaso trabajo intelectual que desarrollaban en la administración del presidente Cruz Pérez Cuéllar. Algo se mencionó, primero, del caso de Andrés, quien fue reemplazado en la titularidad de la OMEJ por otro sujeto de mucha experiencia en ese cargo, Jaime Flores Castañeda. Que iba relacionada con aquella autorización de construir y poner en operación de una casa de cambio en terrenos de El Chamizal y se prefería evitar que la denuncia escalara a repercusiones mayores. Total que hoy se genera la licencia que pidió su hermano Antonio, aquel regidor conflictivo que se le puso a las patadas a los policías municipales, tratando de charolear primero, cuando intentaron de sacarlo del estadio Juárez Vive donde los Mineros disputaban un partido a los Indios de Juárez. Pudieron aplicarle también el ‘no me ayudes, compadre’, ya que sus neuronas salieron por cigarros hace tiempo y jamás volvieron. Que ahora supuestamente va a la campaña de afiliación de Morena, por un periodo de tres meses, cargo que es honorario y por el cual intercambia los más de 100 mil pesos mensuales que recibe, hasta hoy, como integrante del cuerpo colegiado del Ayuntamiento. Algo no cuadra y las sospechas abundan en la Unidad Administrativa Benito Juárez.